Finalmente, después de más de un año de espera, este viernes se deja venir el estreno cuasi-mundial de Batman: The Dark Kight. Y aunque éste trae detrás una inmensa campaña publicitaria que incluye conejos, teléfonos celulares, hamburguesas, y hasta actores muertos, debo confesar que el latente estreno de dicha cinta, no me ilusiona en lo más mínimo.

NO me las doy de radical, simplemente me siento al margen de la situación, y tristemente desadaptado cuando mis amigos dice algo así como: ¡Orales, la de Batman va a estar bien chingona, hay que ir a verla el viernes!.