Por Vernet.

Muchos experimentos se han hecho al tratar de llevar un anime al cine, algunos de ellos con resultados desastrosos, sino solo recordemos Dragon Ball; y es que siempre que se trata de adaptaciones, no siempre se llega a complacer a los seguidores originales de la obra que se intenta poner en pantalla.

Blood, toma elementos del anime del mismo nombre, para contarnos una historia de vampiros y demonios, sin duda diferente a todas las fabulas del libro de Stoker, o aquellas de la figura de vampiro caricaturesco. A los seguidores de la versión en anime tal vez no les complazca mucho ver que distintos elementos de la historia original no se respetan, sin embargo aquellos quienes este  sea su primer acercamiento con la historia, podrán encontrarse con un filme entretenido, y más aún aquellos seguidores de Blade ( principalmente de la secuela).

Todo se desarrolla en Japón, cuando después de los disturbios causados por la segunda guerra mundial, los demonios se fueron mezclando entre los mortales hasta llegar a adoptar apariencia humana, eso si, sin perder el apetito voraz de sangre; el más fuerte y despiadado de estos demonios es: Onigen. Saya es una chica que pertenece a una organización secreta encargada de buscar y exterminar a estos demonios, busca venganza, la cual solo conseguirá matando al mismo Onigen; la organización promete a Saya su venganza si les ayuda a resolver una serie de asesinatos dentro de una base militar americana, entonces la organización la infiltra como una estudiante de un colegio que se encuentra en dicha base; en su búsqueda tendrá que enfrentarse con demonios chupasangre, los cuales la acercaran cada vez más a su objetivo. Sin embargo también su búsqueda ira revelando situaciones de su pasado.

Los aspectos destacables de este filme, son las secuencias de acción y la fotografía, que en determinados momentos nos hace tener la experiencia como si se trasladara a un anime. Contrariamente a las típicas películas de acción donde suele haber muchísimas balas y explosiones excesivas, esta película respeta esas secuencias sangrientas de lucha y cortes con espadas, peculiares del anime japonés. Otro punto a su favor es que se aleja de esa ideología de las cintas de vampiros que hacen uso y abuso del cliché de la luz del sol, las balas de plata, etc, aqui nos encontramos que los demonios rompen con el arquetipo de vampiros y cazadores.



Seguidores o no del anime que inspiró esta película, Blood es un filme entretenido que nos ofrece un plus a las típicas historias de vampiros y demonios.


Blood: The Last Vampire / Chris Nahon / 2009